El Supremo Orden del Aquarius

Considerado el más elevado de todos los Ordenes Espirituales ocultos, se revela en esta época de luz y su existencia milenaria en el mundo interno se manifiesta en el mundo físico tras un período preparatorio inicial de ajustes necesarios para su implantación, aparece como SEGUNDA DIRECCIÓN dentro de un triple magisterio integrado por LA MISIÓN UNIVERSAL DEL AQUARIUS (A.U.M.) y vehículo público de la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL Instauración, donde los Iniciados se proponen asumir el rol de Cuerpo Organizador de la Humanidad y tomar la dirección espiritual del mundo a través de la GFU.

domingo, 31 de octubre de 2010

EL SUPREMO ORDEN DEL AQUARIUS


Nuestro nombre es la denominación verbal de una persona Jurídica que se le da a un concepto tangible y concreto, para distinguirlo de otros. Como signo en general, ha sido estudiado por la semiótica, y como signo en un entorno social por la semiología.

Desde un punto de vista gramatical nuestro nombre es una denominación más extensa en la que se ha estudiado como lexías, unidades fraseológicas o títulos al igual que la onomástica y la semántica para  investigar este nombre y su significado, Así como la Etimología para indagar su origen, utilizando una disciplina más general como la Simbología y sus disciplinas asociadas como la  Iconología, para conocer las denominaciones no verbales.

Este nombre ha sido acuñado por la Sagrada Tradición Iniciática y fue modificado para describir su nueva realidad a fin de que la identificación o concepto sea fácil, rápido y claro. También hemos recurrido a procedimientos de abreviatura como el clipping, acortamiento, sigla o acrónimo expresado como SOA.

En el antiguo Libro Bíblico «Hebreos» es donde observamos que es a través de un Orden», y no de «una orden», que se actúa al servicio de Dios pues, es el estado de ordenamiento y de armonía que debe existir al ser seguido por una actitud reverente de la conciencia hacia una causa Suprema establecida por su Creador “una orden es el acatamiento a un mandato para ser ejecutado sin expresar algún conocimiento de su resultado final” El articulo determinante femenino del singular “la” que en este caso denota una disposición de pronombre de la tercera persona femenina y de polaridad negativa del singular, para un acto reflejo y Divino del que se ha dicho, es por excelencia completamente masculino, y que tiene una profunda razón de ser.

En el libro de Hebreos podemos encontrar en el capitulo VI, versículo 20 y en el capitulo VII, vers. 17 y 21 la insistencia de un Orden, así como en el mismo capitulo VII, vers. 11, también expresa UN Orden, el Orden de Aarón, siempre con una designación inequívocamente masculina.

Un Orden Divino, que en teología es el mandamiento Divino (Al-amr), simbolizado por la palabra creadora Kun = “sé”. Cuando Él (Dios) quiere una cosa, pronuncia SU mandamiento (amrubu), es entonces cuando Él le dice, “¡Sé!” y él, es (Corán XXXVI, 81). El mandamiento corresponde pues al Verbo; la palabra Amr, tiene, por otro lado, ese último sentido en arameo.

La designación femenina de "la Orden" fue introducido por los sacerdotes religiosos católicos que formaron trescientos años después de la desaparición de su Maestro, Jesús el Cristo, las distintas Ordenes religiosas que obedecían a un fundador y casi siempre mártir, para luego ser santificado por la iglesia y, a quien obedecían sus seguidores llevando una vida según las reglas y disposiciones de su fundador.

Es así como durante la era oscura y negativa de Pisces fue deformada la denominación masculina de los Ordenes Espirituales e Iniciáticos dando paso a la denominación femenina y de carácter Mariana de las Ordenes Religiosas y, como consecuencia aparecieron ellas por cientos y los Ordenes Espirituales e Iniciáticos se deformaron y se degradaron a sí mismos, aceptando el uso del pronombre personal de la tercera persona femenina del singular “LA” y La Orden religiosa desplazó el positivo del pronombre de la tercera persona masculino del singular “EL” de “El Orden” Iniciático, por eso hoy, la Institución que ha adoptado en esta Era el nombre de: Supremo Orden del Aquarius  por la lectura antecedente puede entenderse el por qué es un Orden Espiritual y no una orden que obedece a un concepto religioso, así también se entiende el sentido de la denominación Supremo y no “Suprema” el cual define el positivo masculino de un Orden Espiritual de carácter mixto en esta Nueva Era positiva del Aquarius.

En la Nueva Era del Aquarius, se reabre este Orden para confirmar Tradición Iniciática, que debe cumplirse tal como está expuesto en la BIBLIA, en relación con el regreso de la Iniciación Real y en circunstancias diferentes a las de hace dos mil años.

En la Instauración del Supremo Orden del Aquarius se descubren los lineamientos del Plan Cósmico. En la Era del Aquarius la Joya Esotérica de la Tradición que conservó su Supremacía intelectual en el Oriente, ha sido transportada al Occidente, de manera que a este Hemisferio le toca de nuevo un desarrollo espiritual y trascendente, a través de la Iniciación.

El Supremo Orden del Aquarius existe desde hace mucho tiempo, aunque en letargo durante los últimos dos mil años, en los que se mantuvo latente y su manifestación no fue sino simbólica. Pero ha llegado el momento, por Ley Cósmica, de que tome una forma material, una existencia tangible.

Este Orden nunca tuvo nacimiento, sino renacimientos sucesivos, con nombres diferentes de acuerdo a las grandes épocas o Eras positivas en que actuó. Así, en la Era de Gémini, hace más de ocho mil años, actuó a través del Orden de Gémini y sus Colegios Iniciáticos funcionaron hasta que se abrió la Era negativa de Taurus (más de seis mil años atrás), en la cual sólo funcionaron los Centros Esotéricos. Cuando al salir el Sol de Taurus, entró en el signo de Aries, empezó la época activa y se restablecieron los Colegios Iniciáticos del Orden de Aries, actuó entonces a través de los esenios como un Orden Iniciático que cumplió en ese entonces una misión reformadora, mientras que ahora, el Orden del Aquarius debe cumplir una misión reeducadora; aunque, ambos son el mismo Orden ya que es una continuación de la misión.

Mientras el Sol recorrió el signo negativo de Pisces, siguió para el Orden un período de silencio, en el que se cerraron los Colegios Iniciáticos y se abrieron los Centros Esotéricos, y en esta época surgieron entonces “las Ordenes” de carácter negativo-religiosas, de donde ha prevalecido la designación “La” de origen contrario al planteamiento Bíblico; hasta la entrada del Sol en la constelación del Aquarius, en que empezó la Era del Aquarius, surgiendo nuevamente los Colegios Iniciáticos y un Orden Solar, Masculino, positivo, (EL) y activo.

Desde hace más de veinte siglos, y pertenecientes a las más diversas religiones y grupos, bajo la guía siempre vigilante de la Gran Fraternidad Universal y de la Sagrada  Tradición, se fueron formando los Instructores de la Humanidad y los futuros Maestros, que al comenzar la Era del Aquarius, empezaron su Misión activa. Así, desde hace muchos años el espíritu del Aquarius reina en millares de individuos, y ya los Altos Instructores están en medio de los hombres, para mostrar el nuevo Camino de la Verdad y de Vida, acorde con los principios de la Era del Aquarius.

Muy Venerable y SUBLIME MAESTRE AVATÂR

Con la aparición del Muy Venerable y SUBLIME MAESTRE AVATÂR, el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, quien contó con la ayuda del Dr. José Manuel Estrada, su Primer Discípulo, fue tomando forma el Orden del Aquarius, que salió del estado oculto en que se encontraba. Desde su inicio, en el año de 1948, fue representada por una Misión activa de seres humanos, entonces El MAESTRE hizo un llamado a las varias Órdenes Iniciáticas, asociaciones ocultas, escuelas esotéricas, sociedades secretas o de índole Iniciática, para que los miembros ya "iniciados" en varios grados "reales" o "especulativos" formaran el Cuerpo Iniciático de la Gran  Fraternidad Universal que abarca a todas. Por otra parte, siempre se ha solicitado la colaboración de los movimientos, asociaciones y grupos diversos científicos y culturales, cuyos miembros se están acercando poco a poco, para formar parte de la Gran Fraternidad Universal y del Supremo Orden del Aquarius, a fin de aunar sus esfuerzos y sus aportes y ayudar a cumplir con ese propósito cósmico de elevar a la Humanidad.


El Muy Venerable y Sublime HERMANO MAYOR

Este Orden es, pues, el cuerpo representativo que aquellos que han luchado, luchan y lucharán por los Grandes Principios Divinos y Morales, por el código eterno de la Sabiduría y la difusión de la Verdad, que une no sólo a todas las religiones y las sectas, sino que también aproxima uno a otro los conceptos de ciencia y religión.

El Orden del Aquarius representa un trabajo tradicional que se irá concretizando y enriqueciendo con fuerzas nuevas, a fin de preparar a una nueva Humanidad, porque la búsqueda de la  Verdad no se limita a ningún dogma, y el SupremoOrden del Aquarius a través de su Misión, está en el deber de remediar la falta de conocimiento que el estado actual del mundo demuestra y por lo tanto debe estar informado acerca de todas las concepciones, para orientar a cada cual sobre su religión o ayudarlo a profundizar en sus propias concepciones. El Orden jamás pide conversiones, pues ante todo es necesario conocer bien los postulados de la propia religión, y todas se estudian en el Orden. Ser miembro del Orden es, pues, ser universal en todos los sentidos.

El Supremo Orden del Aquarius es un Orden, y representa el Orden, pues está dentro del Orden Universal, y por lo tanto es Luz y armonía en todos los órdenes. El Iniciado que forma parte del Supremo Orden del Aquarius trabaja para mantener el Orden, tanto interno como externo. Es su responsabilidad ser ordenado, pues a mayor Jerarquía, existe mayor Orden.

La Misión Universal del Aquarius (A.U.M. siglas en inglés de Aquarian Universal Mission) es el vehículo público Institucional de la Gran Fraternidad Universal, aparece gracias al trabajo de los Instructores de la Humanidad, de los Iniciados Reales que van surgiendo del seno del Supremo Orden del Aquarius y la colaboración de miembros simpatizantes, que vibran con el ideal, dan nacimiento y es cuando aparece en acción la Gran  Fraternidad Universal.

Al instaurar la Gran  Fraternidad Universal, el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière inauguró dos direcciones en el trabajo: el Supremo Orden del Aquarius de sentido interno y la Misión Universal del Aquarius de trabajo externo.

El Supremo Orden del Aquarius es un Orden estrictamente Espiritual que funciona como Institución autónoma, es libremente aceptada y en el cual se estudia y se promueve la Real Iniciación de manera Viviente y Universal, que está en sintonía con los Colegios Iniciáticos del Norte (As) los cuales mantienen una vibración Solar, y en ellos se asumen la tarea de preparar a los hombres y las mujeres con la capacidad para asumir una misión de vida dentro de una Primera Dirección en El Sendero de la Real Iniciación, según Un Orden preestablecido, lo que es a semejanza de los nueve Ordenes Angelológicos denominados “Coros”.

Los Ordenes Angelológicos son continuidad de la expresión del Supremo Orden del Universo manifestados por la voluntad del Supremo Arquitecto y Señor del Universo en el Macrocosmos Espiritual y Divino, el cual por acto reflejo se encuentra representado en la Tierra a través del Microcosmos en su estado físico y material y en acto reflejo en el Supremo Orden del Aquarius, en sagrada obediencia a la  Constelación del Aquarius la cual regirá los destinos de la humanidad por los próximos dos mil quinientos veinte años subsiguientes a su advenimiento, hecho ocurrido el 21 de Marzo del año de 1948, dando así perfecto equilibrio y cumplimiento al Segundo Principio Hermético denominado de Correspondencia, el cual reza: "Como arriba es abajo; como abajo es arriba", empleando el Orden Espiritual del Supremo Orden del Aquarius para el completo desarrollo de sus objetivos, una metodología basada en un sistema Iniciático que es conformado por Escuelas de Sabiduría que se presentan en nueve estadios a alcanzar y que cada uno de los nueve son distintivos en nueve Cruces, divididas en dos para el aspecto de la  Pre-Iniciación y siete para el aspecto de la Iniciación.

La Nueva Era del Aquarius tiene como centro mundial a las Américas, ya que el Continente Americano ha sido elevado hasta la mirada de la Alta Inteligencia Divina, y posee un centro regenerador especial, como lo fue mucho tiempo el Tibet para Asia y por consiguiente para el mundo. El Supremo Orden Solar del Universo manifiesta que en él hay UN Orden de Luz, dentro de ese orden no existen las dictaduras o la esclavitud, solo existen las Jerarquías, el Universo entero es un homenaje a la presencia de la belleza universal, un homenaje al Creador y un ritual de respeto a esa presencia. Es así que los hombres conscientes y, como un reflejo en la Tierra responden con el Supremo Orden del Aquarius a ese Orden Divino que reconocen el Supremo Orden Solar del Universo.

El Supremo Orden del Aquarius (S.O.A.) es un Movimiento Institucional que funciona como una Segunda Dirección o Jefatura dentro de un triple magisterio organizacional integrado por La Misión Universal del Aquarius (A.U.M.), el cual representa a la Primera Dirección o Jefatura es un Organismo que sin mantener el rango de una Institución, viene a ser el vehículo público de la Segunda Organización Institucional denominada Gran Fraternidad Universal (G.F.U.), la cual es la tercera manifestación de este triple Magisterio y en el cual los Iniciados del Supremo Orden del Aquarius actuando como misioneros activos de La Misión Universal del Aquarius, el que, como vehículo impulsa a la Augusta  Gran Fraternidad Universal, asumen el rol de Cuerpo Organizador de la Humanidad. De tal forma, los misioneros se proponen tomar la dirección espiritual del mundo durante esta Nueva Era de Aquarius a través de la Gran Fraternidad Universal.

El Supremo y Sagrado Orden Espiritual del Aquarius no es una Orden Iniciática, es un Orden Espiritual e Iniciático considerado como el más elevado de todos los Ordenes Espirituales ocultos, el cual se revela en esta época de Luz del Satya-yuga y se hace presente, y su existencia milenaria en el mundo interno se manifiesta ahora en el mundo físico luego de aperturada la Nueva Era del Aquarius y de la posterior implantación en el mundo de la  Orden del Acuarius y, luego tras un período preparatorio inicial de ajustes y necesario para su implantación, hace su aparición en una octava superior de aquella que trabaja el somático, El Supremo Orden del Aquarius quien se hace presente en el mundo físico y somático con su trabajo Aerosómico y mental con su cuerpo de Iniciados, hombres verdaderos que transformados en Sacerdotes actúan en nombre de su manifestación y se hacen poseedores de una verdadera realeza espiritual, la cual es la atadura a un linaje dentro de la Sagrada Tradición Iniciática, que es conquistada a través del servicio, el respeto y la obediencia a un Orden Jerárquico conseguido a través de una sucesión, la cual, puede ser estudiada y analizada hasta su origen ininterrumpido y, que no se ha perdido jamás.

El Supremo Orden del Aquarius tiene por objeto la implantación de los estudios y practicas Iniciáticas que atañen a la evolución Somática y Aerosomica, tanto de la humanidad como del planeta, en esta nueva etapa de desenvolvimiento espiritual y material en el que ha entrando el mundo, tiene a su cargo, la tarea de enrumbar a los neófitos por el Sendero de La Real Iniciación de acuerdo a la intelectualidad de este nuevo ciclo Iniciático para el planeta. Por ello, se presenta ante los pueblos con las modificaciones requeridas para su avance en relación a la nueva tónica intelectual y espiritual a que ha llegado la humanidad en nuestros tiempos y de acuerdo a las Enseñanzas de nuestros Maestres.

El Supremo Orden del Aquarius reconoce como su Instaurador e Iluminador de la Nueva Era del Aquarius al Muy Venerable y SUBLIME MAESTRE AVATÂR, el Sat Gurú: Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y como cofundador y Primer Rector de los Colegios Iniciáticos, al Muy Venerable y Sublime HERMANO MAYOR, el Sat Gurú: Dr. José Manuel Estrada Vázquez y como Rector en funciones a quien designe el Honorable Cuerpo Colegiado

                                                 La  iniciación en lo sagrado y en lo real

La palabra “Iniciación” se deriva de la palabra latina "initium" que significa comienzo y también entrada. En consecuencia, la Iniciación debe ser Real y en el Supremo Orden del Aquarius debe ser interpretada como la entrada en el comienzo de la realidad:
A) - de un nuevo estado;
B) - en un nuevo camino.

Se parte de la idea básica que el profano es un ser encadenado, ciego, prisionero de las tinieblas de la ignorancia y de los errores; se presume que es un peregrino amenazado por múltiples peligros que lo acechan en las encrucijadas de su vida; es una persona que vive en un estado de tensión e inconformidad consigo mismo, un estado del cual se esfuerza por salir. Siguiendo el simbolismo alquímico, es el plomo que debe ser convertido en oro, después de pasar por todas las fases de la transmutación metálica. Es la piedra que forma con la roca una sola masa y que, por tanto, debe ser extraída para ser labrada en forma de piedra cúbica perfectamente cuadrada. Es la cruz alquímica de los elementos y sobre cuyo centro debe brotar del cántaro el agua viva y perfumada que como santo grial que emerge del alma.

Por ello, es la  Iniciación la que verdaderamente genera en el Miembro Adherente del Supremo Orden del Aquarius una nueva condición, gracias a la cual llega a liberarse de los preconceptos del mundo común y corriente, como culminación de cierta Iluminación personal. Esa Iluminación, por otro lado, le confiere mayor fortaleza y poder espiritual.

Se entienden tres conceptos diferentes de la palabra iniciación: “iniciación”: presentada con todas las letras minúsculas se refiere a la iniciación que adquiere cualquier ser humano cuando comienza a aprender un oficio; “Iniciación”: presentada con la inicial mayúscula se refiere al estudio de las Leyes que rigen el Cosmos y su aplicación en la vida.“INICIACIÓN”: presentada con todas las letras mayúsculas, es la comprensión total del plan cósmico en consciencia, por tanto es incomprensible, al punto que ni siquiera los Iniciados de las Cámaras Secretas lo comprenden..."

Por lo tanto, al hablar de Iniciación, lo hacemos siempre refiriéndonos al segundo de los conceptos.

Iniciación Simbólica e Iniciación Real

Se suele hablar de dos tipos de Iniciación: La Iniciación Simbólica tradicional, mística religiosa o lunar, la cual se consigue en la estructura de una orden iniciática representante de los Colegios del Sur, un grupo que a su vez ha recibido la tradición, es decir, estamos aquí hablando de una iniciación humana y referenciada dentro de un marco reducido, de disciplina y estudio constante que intenta estimular por el rito o el trabajo iniciático continuo la que sería la segunda tipología de iniciación: La Iniciación Real, mística espiritual o solar se consigue dentro de la estructura de Un Orden Iniciático y Espiritual de los Colegios del Norte, en el cual intervienen las fuerzas y las leyes cósmicas, siendo la estructura desarrollada desde la conciencia subjetiva de cada sujeto en el esfuerzo de su vida diaria.

Dentro de la estructura de la Iniciación Simbólica o de la Real, existe, de cara a lo exterior o externo, a lo exotérico, unos preliminares casi indiscutibles para ambas.

Para poder ser Iniciados necesitamos de una institución u organismo que como medio permita esta iniciación, además de un Maestro o figura que previamente haya sido receptor de esa tradición y así mismo, de un ritual que llene de significado el simbólico momento. Esta estructura suele estar organizada y pensada para que no muera en el tiempo, sino que sirva para que se perpetúe de forma infinita y pueda ser el principal nexo de transmisión, utilizando la forma por la cual se mantenga sin interrupción la continuidad de la llamada cadena iniciática. Sin embargo, el ceremonial en sí, es un trámite, una fórmula que encierra un profundo significado y una importancia que escapa a la observación superficial, cada receptor de la  Iniciación tiene el privilegio de: Contestar individualmente en proporción al entendimiento según la Iniciación Simbólica que será para él lo que él mismo reconozca y realice.

Tras el velo de la iniciación simbólica, existe una iniciación real, una iniciación espiritual que nos abre la puerta hacia una realidad aún superior a la ya conocida o recibida mediante el rito: una Realidad profunda que constantemente se oculta bajo la apariencia exterior de las cosas, un eco de la Palabra Perdida que aún se transmite de labio a oído y que perdura.

Las Escuelas de Iniciación tienen como función la de transmitir a las nuevas generaciones, los conocimientos y valores de quienes son los Iniciados. Toda Escuela de Iniciación, por elemental que sea su nivel, presenta dos aspectos: uno, formativo y otro, informativo. Las Escuelas de Iniciación Simbólica conceden mayor importancia al segundo aspecto, que parecieran olvidar el primero; las Escuelas de Iniciación Real cultivan los dos. Desde las de Yamis que es la Escuela inicial para los principiantes, proporcionan al Estudiante información sobre temas esotéricos, se le ejercita en el trabajo sobre sí mismo, para ayudarlo a desarrollarse armónicamente, en un marco de higiene física, emocional, mental y espiritual.

Dentro de las Escuelas de Iniciación Real podemos distinguir dos clases: las del Norte y las del Sur, las que responden a la energía de los dos luminares, las solares y las lunares, las que conceden mayor importancia según la forma o la esencia de la polaridad, al ocultismo o a la vida práctica, al misterio o a la ciencia, a la pasividad o a la acción, etc. No basta considerarse del Norte o del sur para serlo; hay que actuar como tal.

 Si consideramos los siguientes puntos, podremos explicar las diferencias entre las dos corrientes y el porqué se dice que los dos luminares rigen los dos aspectos de nuestra existencia.

La Iniciación Real es la Vida y la Vida es creativa y recreativa, los Iniciados nunca están terminados, solamente están iniciados. La Vida es manifestación con forma definida en el Espacio que se transforma constantemente dentro de ciclos de existencia en el Tiempo, eso hace que la Sagrada  Tradición Iniciática evolucione y cambie de acuerdo con el proceso histórico del Cosmos y de la Humanidad.

La Iniciación Real es el Olimpo de la  Conciencia, es la síntesis de la Ciencia y de la Religión, lo santo es lo sagrado, lo oculto del Ser el cual es sagrado porque es potencial puro, no tiene comienzo ni tampoco fin, se manifiesta con una forma en Espacio y una existencia en Tiempo. Para el religioso, lo santo es lo divino que se manifiesta como virtud. Para el Iniciado Real todo es santo, porque todo viene del potencial puro del Ser y partir de estos intentos de definición de lo santo, hay multitud de significados atribuidos a lo santo.

Esa influencia espiritual o poder iniciático es transmitido de hombre a hombre, a través de una Cadena interrumpida de Iniciados, en la sucesión de los tiempos y las edades. Los Iniciados han sido siempre, los vehículos humanos de la Luz y del Poder Espiritual. Esto es lo que puede simbolizar la frase sucesión Apostólica.

La referida influencia espiritual se transmite con la ayuda de un ritual especial, que tiene la virtud de abrir camino a una corriente de influencias Superiores; produce la intervención de ciertas fuerzas espirituales omnipresentes que actúan como catalizadoras y que queman el sedimento y el lastre que traen consigo los Hombres profanos, comenzando a nacer, en el interior del Iniciado Aquariano el Hombre Nuevo: el Cristo Interno o Maestro Interior. No hay dogmas, ideologías o filosofías, todo está sujeto a análisis abierto, a experiencias individuales cuantificable en hechos positivos en calidad y excelencia de vida en lo que se es y en lo que se tiene.

Se tiene que estar muy atento, no perder ningún detalle, porque en la Iniciación Real se trabaja, principalmente, para elevar la conciencia y la conciencia no se eleva inconscientemente. La  Sagrada Tradición que siguen los Iniciados Reales se fundamenta en una observación profunda del Plan Cósmico e histórico de la Vida Universal.

Por tanto, podemos afirmar que existe la Iniciación Real no solo con palabras, sino con hechos reales, que se presentan con formas en este espacio definido del tiempo y que reflejen la Verdad de lo que somos en la Realidad en la que vivimos, con formas y existencias, porque la Iniciación Real incluye a las dos: la Verdad como unidad y a la Realidad como diversidad; con un patrón hacia lo Universal, es decir, que la Iniciación presupone una conexión consciente entre el Ser y lo Humano. Sin esa conexión la Iniciación Real es incomprensible. Hay una barrera infranqueable para el entendimiento entre dos o más personas.

Además del Maestro, en esta Nueva Era del Aquarius, están las Escuelas menores y mayores de Iniciación Real. Así, los grupos de personas con inquietudes, encuentran en las menores la información sobre Iniciación, desde el punto de vista histórico y legendario, Cosmogenético, Oriental u Occidental, son las Escuelas de Yamis donde comienzan, y allí, según el aprendizaje en esas inquietudes, pueden decidir si continúan, en el avance y realización de disciplinas alimenticias e higiénicas a través de servicio, donde reciben una instrucción la cual es libremente consentida.

La iniciación en su esencia es algo completamente diferente, y para algunos individuos que poseen las cualificaciones y aptitudes necesarias, inherentes a la naturaleza de su ser, la verdadera iniciación es posible, representando para ellos, una vía de acceso al centro de su ser, y una posibilidad de ascensión en los distintos grados y estados de conocimiento hasta alcanzar el objetivo ultimo de liberación e identificación con la identidad suprema.

La iniciación consiste entonces, en la transmisión de una influencia espiritual, por medio de un rito iniciático que transmite y "liga" efectivamente al individuo a una organización tradicional que se ha mantenido a través de una cadena ininterrumpida que se remonta a el tiempo primordial, esta influencia espiritual o Fiat Lux actúa sobre el ser, alineándolo de manera tal de forma permanente, que le sea posible efectuar posteriormente en si mismo, un trabajo interior.

El iniciado adquiere la cualidad de Dwija o dos veces nacido, este segundo nacimiento puede contemplarse como el nacimiento de un principio espiritual, en el centro de la individualidad humana, simbolizado por todas las tradiciones por el corazón. Esto se relaciona con los simbolismos de la muerte iniciática, y el Neófito (Nueva Planta).

La vía iniciática, es la vía espiritual activa, a diferencia de la vía pasiva mística o religiosa, es otra modalidad del despertar espiritual por medio del autoconocimiento y contemplación interior.

Esta primera iniciación es siempre virtual en un principio, (excepto en casos excepcionales que son tan raros y que mencionarlos nos llevarían muy lejos), luego por medio del trabajo interior de la meditación y el estudio doctrinal, esta iniciación puede volverse efectiva, pasando de la potencia al acto, no es poco común sin embargo que la iniciación permanezca en su forma virtual.

Pero quien logre mantenerse en el camino y se transforme en un verdadero Iniciado, habiendo agotado sus posibilidades humanas, puede emprenderse en el desarrollo del conocimiento supra-humano y las realidades universales, estos dos estadios de iniciación eran conocidos en la Grecia< antigua como Misterios Menores y Misterios Mayores.

Los primeros reservados al desarrollo de las posibilidades humanas, y los segundos al desarrollo posterior de las posibilidades supra-individuales hasta alcanzar el objetivo último de realización espiritual.

Si deciden continuar adelante, previo examen de aptitud, pueden ser invitados o no, a las Escuelas menores llamadas Pre-Iniciáticas de Gad, donde comienzan a tener contacto con Discípulos adelantados y, eventualmente, con Maestros, estando obligados a rendir cuentas a su propia conciencia, aceptando, de antemano la responsabilidad de sus palabras y de sus actos.

El siguiente peldaño lo constituyen las Escuelas Pre-Iniciáticas de Gegniáns donde los elementos idóneos hacen su preparación para recibir el reconocimiento de la  Honorificación a Getuls, y la posibilidad de ser invitados a participar en las Cámaras Secretas de Primer Grado de Iniciación Real. Todo esto, que puede parecer elitista con fines místicos, es simplemente trabajo para el desarrollo de la Conciencia Individual, donde la autoafirmación, la autosuficiencia, el individualismo, el egoísmo y hasta cierta altanería, que deben ser atemperados y cultivados en forma equitativa, sin minimizar la capacidad de acción y los valores individuales.

A partir de la Honorificación como primer Grado del Orden en el Getuls el trabajo sobre sí mismo, es encaminarse hacia la experiencia del Silencio, hacia la conexión con el Potencial Puro del Ser para ser consciente de Ser, sin dejar de responder cabalmente a las leyes naturales de lo humano, lo social, lo familiar o las tradiciones del país donde se vive.

La Cámara de Iniciación Real más elevada es la de Gelong, la de Tercer Grado de Iniciación Real, son los encargados de cuidar el camino que conduce a la Tierra Santa. La Cámara para los Instructores – Gurús – es el Universo e incluye a los Discípulos Elevados los Sat-Chellahs y los Sat-Arhats  –los Maestros-.

La Iniciación en los Misterios supone una completa transmutación que habrá de operarse gradualmente en el adepto, a diversos niveles, durante el camino hacia el conocimiento de sí mismo; es una vía escalonada en la cual se irán conociendo, poco a poco, los distintos estados del ser.

Por un lado supone el inicio de un proceso de conocimiento de la realidad metafísica, y por otro el ingreso en un camino verdaderamente espiritual que habrá de conducir a una real "deificación" de aquél que pueda emprenderlo y continuar hasta el fin.

El iniciado deberá morir al mundo profano e ilusorio y perder la falsa identidad con sus aspectos puramente individuales, pasajeros y mortales, y simultáneamente resucitará a un mundo sagrado y verdadero que le identificará más bien con lo real e inmutable, con aquella esencia pura e inmortal que constituye su verdadero Ser.

Este recorrido supone un viaje interior, e irá acompañado del conocimiento de otros mundos que están aquí y ahora, pero que la mente ordinaria ni siquiera puede imaginar.

Para que la  Iniciación ocurra será necesario que el adepto permita que los símbolos y ritos sagrados que proporciona la doctrina de la Tradición Unánime penetren en su interior y operen esa transformación integral que habrá de producirse cuando estos instrumentos despertadores de la conciencia ordenen la inteligencia y toquen las fibras más sutiles e imperceptibles que conectan con las verdades eternas.

Ello comporta un despliegue de potencialidades ocultas y misteriosas que yacen en nuestra propia interioridad y un desarrollo de las posibilidades verdaderamente espirituales que en el estado ordinario se encuentran adormecidas.

El estudio de los códigos simbólicos tradicionales -como los que proporciona nuestro programa-, así como la meditación y la concentración -y la práctica de los rituales iniciáticos-, serán vehículos adecuados para que esta transmutación y despertar de la conciencia se produzcan y se sustituyan progresivamente los apegos y las falsas identificaciones por aquello que se denomina la Suprema  Identidad. Para esto son los grados de iniciación real, en lo relativo, en la realidad, de Getuls, de Gap-pa y de Gelong. Cuando se han cumplido, no importa cuántas vidas nos lleven cumplirlos, estaremos preparados para aplicarlas a los grados de iniciación porque seremos auténticos iniciados en lo real y en lo sagrado. Para eso son los grados de Gurú, Sat-Chellah y Sat -Arhat, los supremos grados de iniciación en lo sagrado y en lo real.

Nos falta mucho, sí, pero la vida es eterna y está dividida en octavas de manifestación. No hay final.

Los grados que aún no se comprenden todavía, debemos dejarlos para nuestro futuro. Cuando lleguen serán bienvenidos y así no crearán perturbaciones de emociones desmedidas. La demostración de nuestra conducta debe ser adecuada, que no es otra que mostrar sus virtudes en la práctica.

Este proceso, simbolizado claramente por la transmutación de los metales que propone la  Alquimia, así como por las diversas etapas contempladas en el simbolismo constructivo, supone dos fases: la primera de ellas es llamada iniciación virtual y va desde el comienzo de la Obra hasta la consecución del estado de "hombre verdadero", pasando por diversos grados que supondrán la superación de pruebas que habrán de determinar si el candidato está cualificado; la segunda llamada Iniciación real o efectiva supone el conocimiento y la experimentación de estados suprahumanos y el alcanzar el estado de "hombre trascendente".

Es por eso que al recién iniciado se le llama "neófito", o nueva planta (neo = nueva; fito = planta), pues ya ha vencido la primera muerte y está listo para emprender su desarrollo vertical y ascendente.

Esta muerte comporta una completa disolución de los estados anteriores que habrá de repetirse cíclica y gradualmente a diversos niveles cada vez más sutiles y elevados durante el transcurso del proceso iniciático, hasta que renazca el hombre nuevo, el hombre verdadero, totalmente regenerado, que habrá desplegado ya el abanico de sus posibilidades humanas y estará listo para trascender a los estados supraindividuales y a recobrar su verdadero Ser.

Habrá así retornado al estado virginal de los orígenes, a la patria celeste.

No queremos terminar sin decir algo muy importante a tener en cuenta en el proceso iniciático o de conocimiento: el de no confundir el plano psicológico con el espiritual, error que es muy frecuente hoy en día.

Esto se debe a que lo espiritual ha sido negado, al hacerse una diferencia tajante entre alma y cuerpo, otorgándosele entonces a todo lo que no es material, o corporal, una categoría espiritual, o pseudo espiritual.

El tiempo de la Iniciación Real no tiene comienzo ni fin. La Iniciación siempre es actual, es presente, nunca termina de iniciarse. El Iniciado Real, por necesidad, vive, piensa siente y ama en presente porque la Verdad que busca es eterna y la eternidad no se encuentra en el pasado ni en el futuro, sino en el presente.

En Iniciación Real, la incapacidad de hacer – no de encontrar – una pareja es una limitante para alcanzar un grado elevado de conciencia, aparte de que es posible realizar un alto estado de conciencia en el celibato y la Boda Mística – la unión de âtma y Paramatma – al estilo de los monjes religiosos. El problema difícil y decisivo para un Iniciado Real es renunciar a su pareja, después de haberla hecho entre él y su compañera, para buscar la unidad consciente. Se supone que si ambos lo han conseguido, ambos están de acuerdo, porque el que se va, se va entero y el que se queda también. El Ser es Uno.

La  Sagrada tradición Iniciática Real, responde en todos los campos de la realidad humana y los trasciende, Por hacer una imagen puede decirse que se apoya en las columnas de la Ciencia y de la Religión y crea un arco cuya piedra de toque es la conciencia. Su fe está en las dos columnas.

La Iniciación Real es solamente una forma de vivir en armonía con la vida y que, para nosotros, tiene dos aspectos: la vida humana y el Ser que le da la Vida, es decir, que somos Seres Humanos y necesitamos apoyar nuestra naturaleza en los dos aspectos de ella. Institucionalmente es lo mismo.

Para que la Línea de Iniciación Sagrada y Real exista se necesita de una Institución fundamentada en la  Fraternidad Universal que sirva para el desarrollo de lo humano y un Orden para la experiencia del Ser, puesto que somos Seres Humanos.

En Iniciación Real los Maestros no dan enseñanzas, sino puntos de referencia para que cada quien afirme su identidad y la mejore, porque cada individuo es un proyecto original irrepetible y cada quien debe de llevar su proyecto individual hasta sus más altas posibilidades, compartiendo sus experiencias con otros individuos para que todos crezcan y nadie disminuya.

Esto tiene relación con las tres escalas iniciáticas, la somática, la pneumática y la aerosomática con los iniciados, los Iniciados y los INICIADOS. Nadie le quita a nadie que sea un iniciado, porque nadie está terminado, pero algunos ya tienen un alma y una conciencia más elevada hacia el Ser y su rango se escribe con la letra inicial mayúscula. Naturalmente, los grandes se distinguen con letras mayúsculas. Por analogía, puede decirse lo mismo de la sentencia que dice que Dios es tres personas distintas y un solo Dios Verdadero, y con la consecuencia de que estamos hechos a su Imagen, conforme a su SEMEJANZA.

La calidad y la excelencia de un Iniciado Real no se miden por sus títulos, marcas secretas, discursos o sufrimientos, sino por sus hechos bien hechos, en lo material, en lo moral y ético; en la lucidez mental y en la espiritualidad integradora y respetuosa, que a veces se manifiesta por encima de las costumbres y los convencionalismos de una época, clase o raza, pero que siempre se resuelve en una avance, en una Iniciación en algo superior.

Para ser responsable hay que ser consciente y para ser conciente hay que mantener la autodisciplina. Ese es plan de trabajo de la Iniciación como medio de desarrollo humano y de trascendencia.

La  Realidad no es buena ni es mala, tiene los dos aspectos y proviene de la unidad. Los dos aspectos de la Realidad interactúan buscando la unidad y eventualmente generan puntos de equilibrio, o centros, que se mantienen conectados con todos los demás centros en forma de red, repitiendo el principio de unidad en diversidad, el principio del individuo y del universo que, a su vez, interactúan en red. El Aspirante a la Iniciación Real es un caminante que usa sus dos piernas manteniendo el equilibrio. Sobre la marcha sortea los accidentes del terreno y procura tener un punto de referencia para tener un rumbo hacia lo desconocido de él mismo, hacia su Ser. El rumbo lo señala un Ser Humano real, un Maestro viviente.

Ser lo que se es, reflejado aquí y ahora en lo que se tiene, y aceptarlo para tratar de hacerlo mejor de lo que manifiesta, es el principio operativo básico de la  Sagrada Tradición Iniciática Real.

Para Iniciarse en el Sendero de la Iniciación Real se necesita vocación y derecho. Algunos tienen vocación y no tienen derecho; otros tienen derecho y no tienen vocación. Unos pocos tienen las dos cosas. Por eso muchos son los llamados y pocos los escogidos. Hay afinidades electivas y selectivas. La vocación es electiva el derecho es selectivo.

La idea es iniciar algo más de las infinitas posibilidades del Ser en el aquí y ahora de la  Realidad humana, para nutrir el alma con experiencias finas y profundas que den base para una conciencia dinámica, amplia y elevada.

La Iniciación Real no es patriarcal ni matriarcal, es trascendental.

En la  Iniciación Real se considera que la iluminación es un estado de conciencia que permite al Ser Humano trascender su naturaleza temporal para experimentar el potencial ilimitado de su Ser, sin desvincularse de su realidad humana.

El trabajo que se realiza en la Iniciación Real consiste en integrar el conocimiento que adquiere la conciencia en lo humano con la experiencia que alcanza en su contacto con el Ser.

La mujer, con su Amor y su Misericordia, tiene el Poder de manifestar al Ser y darle alimento y apoyo para que emprenda su camino de retorno a su Fuente por la cultura y la conciencia, y ella misma puede emprender ese camino con el apoyo del hombre, si es capaz de ayudarlo a experimentar el sentido profundo del amor, que es lo que necesita él para poder ayudarla a experimentar la  Libertad trascendental.

Esta Tradición, para ser congruente, se presenta en dos aspectos: uno como Fraternidad Universal, para lo humano y su desarrollo, y otro como Orden de Iniciados en busca de la trascendencia.


miércoles, 3 de marzo de 2010

LA INICIACIÓN EN EL SUPREMO ORDEN DEL AQUARIUS


La palabra “Iniciación” se deriva de la palabra latina "initium" que significa comienzo y también entrada. En consecuencia, la Iniciación debe ser Real y en el Supremo Orden del Aquarius debe ser interpretada como la entrada en el comienzo de la realidad:

A) - de un nuevo estado;

B) - en un nuevo camino.

La Iniciación Real es Vida porque ella es creativa y ella se recrea a sí misma, nunca termina, se manifiesta con una forma definida en el Espacio, la que se transforma constantemente cumpliendo ciclos de existencia en el Tiempo, por eso la Sagrada Tradición es Iniciática y evoluciona con el paso de los Iniciados, por eso cambia de acuerdo con el proceso cósmico-biológico e histórico de la Humanidad.

Parte de la idea básica de que el profano es un ser encadenado a los vicios y malos hábitos, por eso es profano, está ciego y vive prisionero de las tinieblas de la ignorancia que le conduce a cometer constantemente los errores de la vida; se presume que es un peregrino amenazado por múltiples peligros que lo acechan y le esperan en las encrucijadas de su vida; es una persona que vive en un estado de tensión e inconformidad consigo misma, un estado del cual se esfuerza por salir pero que se resiste a los cambios. Según el simbolismo alquímico, representa el plomo, el cual debe ser convertido en oro, lógicamente, después de pasar por todas las fases de la transmutación metálica. Es la piedra que forma con la roca una sola masa y que, por tanto, debe ser extraída para ser labrada en forma de piedra cúbica perfectamente cuadrada. Es la cruz de los elementos sobre cuyo centro debe germinar el cántaro que recibe y luego derrama el agua perfumada del alma.

Se entienden tres conceptos diferentes de la palabra iniciación:

“iniciación”: presentada con todas las letras minúsculas se refiere a la iniciación que adquiere cualquier ser humano cuando comienza a aprender un oficio;

“Iniciación”: presentada con la inicial mayúscula se refiere al estudio de las Leyes que rigen el Cosmos y su aplicación en la vida.

“INICIACIÓN”: presentada con todas las letras mayúsculas, es la comprensión total del plan cósmico en consciencia, por tanto es incomprensible, al punto que ni siquiera los Iniciados de las Cámaras Secretas lo comprenden..."

Por lo tanto, al hablar de Iniciación, lo hacemos siempre refiriéndonos al segundo de los conceptos.

INICIACIÓN SIMBÓLICA E INICIACIÓN REAL.

Se suele hablar de dos tipos de Iniciación:
La Iniciación Simbólica tradicional, mística religiosa o lunar, la cual se consigue en la estructura de una orden iniciática representante de los Colegios del Sur, un grupo que a su vez ha recibido la tradición, es decir, estamos aquí hablando de una iniciación humana y referenciada dentro de un marco reducido, de disciplina y estudio constante que intenta estimular por el rito o el trabajo iniciático continuo la que sería la segunda tipología de iniciación:
La Iniciación Real , mística espiritual o solar se consigue dentro de la estructura de Un Orden Iniciático y Espiritual de los Colegios del Norte, en el cual intervienen las fuerzas y las leyes cósmicas, siendo la estructura desarrollada desde la conciencia subjetiva de cada sujeto en el esfuerzo de su vida diaria.
Existirían pues, muchos Iniciados que realizan su trabajo en el silencio de la vida diaria sin ser conscientes de su condición o grado o sin presumir de ella.
La primera no es condición de la segunda, pero pueden ir perfectamente a la par.

Dentro de la estructura de la Iniciación Simbólica o de la Real, existe, de cara a lo exterior o externo, a lo exotérico, unos preliminares casi indiscutibles para ambas.

Para poder ser Iniciados necesitamos de una institución u organismo que como medio permita esta iniciación, además de un Maestro o figura que previamente haya sido receptor de esa tradición y así mismo, de un ritual que llene de significado el simbólico momento. Esta estructura suele estar organizada y pensada para que no muera en el tiempo, sino que sirva para que se perpetúe de forma infinita y pueda ser el principal nexo de transmisión, utilizando la forma por la cual se mantenga sin interrupción la continuidad de la llamada “CADENA INICIÁTICA“. Sin embargo, la ceremonia o ceremonial en sí, es un trámite, una fórmula que encierra un profundo significado y una importancia que escapa a la observación superficial, cada receptor de la Iniciación tiene el privilegio de:
1. Contestar individualmente en proporción al entendimiento según la INICIACIÓN SIMBÓLICA que será para él lo que él mismo reconozca y realice.
2. Tras el velo de la iniciación simbólica, existe una INICIACIÓN REAL, una iniciación espiritual que nos abre la puerta hacia una realidad aún superior a la ya conocida o recibida mediante el rito: una Realidad profunda que constantemente se oculta bajo la apariencia exterior de las cosas, un eco de la Palabra Perdida que aún se transmite de labio a oído y que perdura.

Las Escuelas de Iniciación tienen como función la de transmitir a las nuevas generaciones, los conocimientos y valores de quienes son los Iniciados. Toda Escuela de Iniciación, por elemental que sea su nivel, presenta dos aspectos: uno, formativo y otro, informativo. Las Escuelas de Iniciación Simbólica conceden mayor importancia al segundo aspecto, que parecieran olvidar el primero; las Escuelas de Iniciación Real cultivan los dos. Desde las de Yamis que es la Escuela inicial para los principiantes, proporcionan al Estudiante información sobre temas esotéricos, se le ejercita en el trabajo sobre sí mismo, para ayudarlo a desarrollarse armónicamente, en un marco de higiene física, emocional, mental y espiritual.

Dentro de las Escuelas de Iniciación Real podemos distinguir dos clases: las del Norte y las del Sur, las que responden a la energía de los dos luminares, las solares y las lunares, las que conceden mayor importancia según la forma o la esencia de la polaridad, al ocultismo o a la vida práctica, al misterio o a la ciencia, a la pasividad o a la acción, etc. No basta considerarse del Norte o del sur para serlo; hay que actuar como tal.

Si consideramos los siguientes puntos, podremos explicar las diferencias entre las dos corrientes y el porqué se dice que los dos luminares rigen los dos aspectos de nuestra existencia.

En esta Nueva Era del Saber, hacen falta Escuelas, menores y mayores, de Iniciación Real, en las primeras encuentran información sobre Iniciación, desde el punto de vista histórico y legendario, Cosmogenético, Oriental u Occidental, en las Escuelas de Yamis, y ahí, según sus necesidades, pueden decidir si vale la pena, para ellos, realizar disciplinas alimenticias e higiénicas; de servicio, donde reciben instrucción, libremente consentidas.

Podemos hablar de Iniciación Real con palabras, que deben demostrarse con hechos reales que reflejen la Verdad en la Realidad en que se vive, porque se presenta con formas y existencias, tanto en los Colegios del Norte como en los del Sur, porque la Iniciación Real incluye a las dos, porque en ellas encontramos a la Verdad como unidad y a la Realidad como diversidad es lo Universal, ya que la Iniciación presupone una conexión consciente entre el Ser y lo Humano. Sin esa conexión la Iniciación Real es incomprensible, sería una barrera infranqueable para el entendimiento entre dos o más personas, conectando este mundo de la realidad física con el mundo de la realidad espiritual. De ahí nace la enigmática frase: “Donde quiera que os reunáis dos o más en mi nombre, ahí estaré con vosotros”. ¿Para reunirse con quién? Con el Cristo. ¿Qué significa, en este sentido, el Cristo? La Quinta Posibilidad, el centro de la Cruz, el Grial.

Las Escuelas menores de Gad, es donde comienzan los discípulos a tener contacto con otros Discípulos más adelantados y eventualmente, con Maestros, sin estar obligados a disciplinas, las que son libremente consentidas, las que rinden cuentas a su propia conciencia, aceptando, de antemano la responsabilidad de sus palabras y de sus actos.

Las Escuelas menores de Gegniáns es donde los elementos idóneos hacen su preparación para recibir el reconocimiento de la Honorificación de Getuls, y la posibilidad de ser invitados a participar en las Cámaras Secretas de Iniciación Real de Primer Grado. Es una élite Iniciática con fines místicos y de trabajo para el desarrollo de la Conciencia Individual, autoafirmación, autosuficiencia, individualismo, egoísmo y hasta cierta altanería, que deben ser atemperados y cultivados en forma equitativa, sin minimizar la capacidad de acción y los valores individuales.

A partir del Grado Iniciático de Getuls el trabajo sobre sí mismo, encaminarse hacia la experiencia del Silencio, hacia la conexión con el Potencial Puro del Ser para ser consciente de Ser, sin dejar de responder cabalmente a las leyes naturales de lo humano, lo social, lo familiar o las tradiciones del país donde se vive.

La Cámara de Iniciación Real más elevada es la de Gelong, la de Tercer Grado de Iniciación Real, los encargados de cuidar el camino que conduce a la Tierra Santa. La Cámara para los Instructores – Gurús – es el Universo e incluye a los Discípulos Elevados – los Sat-Chellahs y los Sat-Arhats – los Maestros-.